lunes, 21 de septiembre de 2009

SENDERISMO Y GASTRONOMIA


Que pedazo de fin de semana que hemos pasado la familia al completo y como ya adelante, sin bici ni neopreno, ni nada relacionado con el tri, que de vez encuando hay que hacer cosas diferentes.

Llegamos a Tornavacas el viernes a eso de las 21h mas o menos, dimos de cenar al peque y a eso de las 22:30h para la cama, como estaba riladito no tuvo problemas para quedarse frito. Luego nos toco el turno a los padres, en total fuimos 5 familias así que a ponerse las botas cenando, tengo que reconocer que hacia mucho tiempo que no se me saltaban las lagrimas comiendo, joder, como disfrute, de primero nos pusieron un revuelto de verduras con morcilla que ya con este primero empecé a hacer pucheritos de lo bueno que estaba, todo bien regadito con un vino de la casa que elaboran ellos mismos, ya de segundo nos tenia preparados unos filetes de PLUMA DE CERDO IBERICO, que en el momento de probarlo ya no pude aguantar las lagrimas, dremiademividaydemicorazon, como estaba la dichosa pluma, joder, bueno luego después toco el postre también para morirse una tarta de queso con bola de helado y cerezas naturales y después tocaba arreglar el país un ratito nada mas que hasta las 3 de la madrugada.

Al día siguiente tocaba una rutita fácil y asequible para todos lo públicos, nos hicimos la ruta de la Garganta de los Infiernos o también conocida como la de los Pilones, con un tiempo de duración de una hora y cuarto de ida y mas o menos lo mismo de vuelta, la ida picaba un poquito para arriba y la vuelta mucho mas agradecida, pero muy llevadera por que discurre por muchas zonas de sombra y paisajes muy guapos, llegamos a los pilones y allí en el mismo sitio de otros años plantamos el culo para hacer un alto y descansar, este año no ha sido posible bañarnos en el río en una pequeña charca de las muchas que se forman en el río, pero bueno lo pasamos igualmente en grande, nos pusimos manos a la obra y ale a comer de bocatas que es lo que tocaba, allí lo único que nos falto fueron unza birras, pero que le vamos a hacer luego nos las tomaríamos al llegar a la casa.

El amigo Jorge se lo paso en grande, se le salían los ojos de las orbitas no perdía comba de nada todo el rato chapurreando y señalando con el dedo, eto, eto, eto, jejeje, genial el tío los últimos kilómetros le pudo el traqueteo y el ir tan agustito y doblo un poquito se pego la siesta del cerdo, antes de comer, la verdad es que tenia que ir cómodo el jodio en esa mochila metido, por que justo después de comer solo quería meterse dentro el mariconazo, eso si teníamos que estar muy pendientes de él por que enseguida se iba hacia el agua a tirar piedras junto con el resto de niños.

Una vez de vuelta ya en los coches nos hicieron polvo, por que otros años allí mismo hay un bar con terraza en la que te tomas unas jarritas cojonudas y te sientan de muerte después de la paliza con el peque al hombro, así que decidimos tirar para la casa rural y comprar unos litros e hincárnoslos en la casita tranquilamente, a las 21h baño de niños, cena de niños y poco después al pulguero a dormir que como estaba tan machacado de todo el día danzando que se quedo dormido enseguida, luego la cenita relajados los padres y otra vez a arreglar el país esta vez no tan tarde mas o menos a eso de las 2 de la mañana a la cama, que el cansancio también había echo mella en los mayores.

El domingo al igual que el sábado un pedazo de desayuna de esos de morirse de infarto frutas, churros, bollería (no industrial), tarta de queso, queso con membrillo, cuajada, tostadas, etc, etc, como nos despertamos tarde no teníamos ya mucho tiempo para hacer muchas cosas, así que decidimos ir a dar un paseo por el pueblo de Tornavacas y disfrutar de un espectáculo ecuestre que había allí, pues eran las fiestas del pueblo, a eso de las 14h dejamos la casa rural y nos dirigimos al restaurante del hermano del que regenta la casa rural que es en los pocos sitios en los que te dan de comer a 19 personas, nos metimos una paella entre pecho y espalda que estaba de muerte, yo me vi en la obligación de repetir tres veces, luego me empezó a entrar un pulgón impresionante, así que como no tomo café, ni copa puesto que había que conducir de vuelta, me pire por la sordi al coche y me pegué una siestecita de 30’ que me vino como po.. al culo.

En definitiva un fin de semana muy repetible siempre que podamos, este a sido ya el 5º años que lo hacemos y cada año lo pasamos mejor.

Por cierto aquí tenéis el enlace para ver el resto de fotos: