lunes, 20 de septiembre de 2010

OTRO AÑO MAS EN TORNAVACAS

Bueno pues como ya viene siendo habitual en estos últimos 8 años nos hemos vuelto a juntar 5 familias, vecinos de la urbanización y amigos para pasar un fin de semana genial en el Valle del Jerte, mas concretamente en el pueblo de Tornavacas en la casa rural La Antigua Posada donde como todos los años nos atendieron de maravilla Miguel e Inma propietarios de la casa rural.


El grupo lo formábamos 19 personas, bueno mejor dicho 10 personas y 9 indocumentados, la media la rompemos Paloma y yo que solo aportamos un solo indocumentado, las demás parejas aportan dos cada uno así que había momentos que el alboroto era importante imaginaros a nueve canijos hablando, bueno mejor dicho chillando a la vez, así que no podíamos hacer otra cosa el sábado que prepararles una ruta caminando por la Garganta de los Infiernos, pero esta vez íbamos a cambiar el recorrido en vez de acceder por los caminos tortuosos que hemos ido todos los años, este año probamos a ir por la pista forestal y la verdad es que se hace más llevadero y los canijos pueden andar un poquito y darnos reposo a los hombros y espaldas de los porteadores.


Pasamos una buena mañana de sábado caminando y disfrutando del buen tiempo que nos acompaño todo el día, lo único molesto fue la cantidad de moscas que había en el ambiente, fue insufrible, la ida bien y ya por la tarde se empezaron a poner pesadas y se hizo la vuelta insoportables, teníamos que ir con una rama de helecho cada uno apartándonos las moscas de la cara, un rato que Jorge fue andando, bueno corriendo, este no anda corre, nos reímos por que el pobre estaba rodeado de por lo menos 30 mascas alrededor, fue un poco desagradable, el tema cesó cuando llegamos al bar que nos espera al termino de la ruta donde nos tomamos unas jarras de cerveza y los niños unos helados.

La tarde se complico un poco, al picarle una avispa en el ojo a Roberto uno de los niños, menos mal que justo en ese momento por la zona estaba un forestal y se ofreció a acercarles al centro de salud con el 4x4 así que se fueron el padre y el hijo, y nosotros emprendimos la vuelta por la pista forestal, al final no le tuvieron que pinchar ni nada, por que Mónica lleva de casi todos los medicamentos para la alergia, picaduras y demás, por eso de que Dani también es alérgico, le dieron un jarabe y listo.

Al llegar a la casa rural nos pusimos manos a la obra, a bañar a los peques, yo mate dos pájaros de un tiro, a la vez que me duche yo duche al peque y así estaba relajado rápidamente, los dimos de cenar y como estaban rendiditos cayeron doblados muy rápidamente y luego los padres a cenar tranquilamente los manjares que nos preparan Miguel e Inma para cenar, todo bien regadito con un buen tinto y para rematar uno de esos postres caseros, licorcito de hiervas casero y algún cacharrito y ale a arreglar el país un rato.

El domingo por la mañana empieza la cosa como termino el sábado, comiendo, nos metimos un desayuno espectacular, para afrontar la mañana con fuerzas (hay que decir que los desayunos son impresionantes en la casa rural), decidimos ir a una granja escuela que había entre Tornavacas y Jerte a que los niños pasaran un buen rato viendo animales, la verdad es que estuvo bien lo poco que duro, por que nos clavaron 6 pavos por adulto y 5 por cada niños, menores de 4 años no pagaban, hubiese estado bien si hubiesen tenido mas animales, pero solo tenían tres cerdos vietnamitas, diferentes clases de conejos (aquí si se lo pasaron bien los niños), cuatro cabras y dos burros, vamos un robo a mano armada.

Pero lo que mas nos jodio no fue eso, fue descubrir que al lado teníamos una atracción de esas chulas de tirarse por tirolinas, hacer puentes con cuerdas, vamos que lo hubiésemos pasado mejor aun, pero para el próximo año ya tenemos el domingo solucionado.

El domingo lo rematamos metiéndonos una paella entre pecho y espalda en el Hotel que tiene el hermano de Miguel a las afueras del pueblo y así hemos pasado un fin de semana guapísimo en esta casita rural.